domingo, 31 de agosto de 2008

VUELTA A ROMA

Ya se acabaron las vacaciones y la vuelta a Roma con la maleta repleta de momentos entrañables pero, después de dos semanas aquí Roma, España y las vacaciones parecen estar lejanas en el rincón de los recuerdos. Como es normal, la vuelta a casa, a mi casa romana, no se puede hacer sin el jamón, el chorizo y en esta ocasión la morcilla achorizada, una de mis cosas preferidas. Parece ser, según me dicen todos los amigos, que mi paso por España ha vuelto a dejar secuelas en forma de kilos. Ahora toca volver a poner orden en mi desorden.
Roma es Roma de verdad en agosto. El primer día, el paseo con la moto por la ribera del Tíber fue algo fantástico. Después de casi veinte días, volver a reencontrarme con el Aventino, el Teatro Marcello o la Piazza Venezia me ha hecho despertar con una sonrisa en la boca. Eso si, en cuanto me he aproximado al centro histórico he vuelto a tomar contacto con mis queridos "sanpietrini", los famosos adoquines romanos, que desde que conduzco la moto se han convertido en mi lucha diaria por mantenerme encima de la moto.
La cosa más impresionante fue que durante el camino a la oficina no me crucé prácticamente con nadie, ni coches ni motos. Es como si la ciudad estuviese dormida, como un domingo de invierno al alba, como si este nuevo encuentro estuviese reservado sólo a la ciudad y a mi.
Ya vuelvo a estar enganchado de nuevo a la luz romana, ya vuelvo a estar en esta ciudad que me hace sentir un privilegiado, aunque a veces llegue a exasperarme como ninguna otra cosa en el mundo.
Roma, bella, non ti preoccupa', ci sono già di nuovo qui, con te...

2 comentarios:

Araceli Queiro dijo...

Vaya, vaya, veo que has vuelto!
El rio es lo mejor!!

manu dijo...

Buenos días Juanlu, ante todo agradecerte tu amabilidad y tu interés por nuestra futura pero cercana visita a tu ciudad de adopción, deseando estamos de volver a compartir contigo la visita a todos esos rincones que esta ciudad regala con el simple hecho de pasear, sin pedir nada a cambio.

Sólo pienso en adoquines, fuentes, callejones, piazzas, pizzas...

Ya estas más cerca ROMA.

Un abrazo.