sábado, 12 de enero de 2008

4 MESES...

Son ya casi cuatro meses los que han pasado desde la última vez que me decidí a escribir aquí. En realidad, hasta que hoy no abrí de nuevo este invento no he sido consciente del tiempo trascurrido. Durante estos meses la vida en esta ciudad ha seguido su camino, el camino que yo mismo un día elegí, y que nunca sabré si fue la elección correcta. Es algo innato a todo aquel que hace de la duda una experiencia vital.
Durante 2007 la vida me ha seguido sonriendo pero yo también me he empeñado en meter a todo ello un toque de tristeza y melancolía. Vamos, que ni un gallego lo hubiese hecho mejor. La sensación de soledad la he adoptado tan férreamente, que la dejo dormir con frecuencia a mi lado, aunque bien es cierto que este periodo he tenido a mi lado el apoyo necesario para que todo esto no fuese una pesada losa imposible de levantar.
Ahora, a pesar de los nublados, todo tiene que ir tomando su color, su forma, su justa medida. Cada día Roma se muestra más amable, pero al mismo tiempo permanece lejana, tanto física como sentimentalmente. Es por ello que, en breve, intentaré atacar su corazón. Próxima operación, buscar una casita que esté cerca del centro. Con ello ganaré vida y aire. Quizá vivo en un sitio demasiado tranquilo para alguién como yo que la calma solo la necesita en momentos puntuales. Todavía estoy en un momento que los ojos me centellean cuando la curiosidad por algo nuevo se apodera de mí. Quien sabe, quizá en los próximos meses continúe mi pequeño diario de a bordo desde una ventana desde la cual se ve alguna de las cúpulas que sobresalen por los tejados de la ciudad, o asomado a unos de los meandros del "Tevere", escuchando todas las tardes el estruendo de los pájaros que buscan su refujio nocturno en la ribera del río o, simplemente, asomado a la ventana de un "palazzo" entre miles desde el que se ven las ventanas de otros viejos edificios que albergan detrás de sus ventanas personas e ilusiones.
Este año acaba de comenzar, y con él vienen los nuevos proyectos y las nuevas propuestas. Este año ha de ser especial. No lo pienso dejar escapar, lo pienso saborear con la paciencia y el ritmo que aporta el saberse un privilegiado de la vida. Comienza a dejarte ver, amigo 2008...