sábado, 30 de junio de 2007

SOLEDAD (¿DIVINO TESORO?)


Ayer, definitivamente ayer, fue el día de la despedida de mis tres grandes apoyos en este mes. Podría decir, utilizando términos del atletismo, que durante este tiempo hicieron de liebre para poder lanzarme en esta carrera que tengo por delante. Gracias Javi, me has demostrado que eres un amigo y me alegro de haberte podido conocer de verdad, aunque fuese con seis años de retraso. Cómete Madrid, y todo lo que venga. Gracias Marina, la bondad es algo que no todo el mundo puede tener, y a tí te sobra. Gracias Julia, sólo se que te triunfarás en Madrid, porque tienes toda la fuerza y la inteligencia que hace falta para ello.

Santa María en Trastevere se quedará un poco más sola, huérfana. Pero nadie se va de Roma definitivamente, algo te deja marcado para siempre, algo queda tatuado en trasparente.

El lunes volveré a la Oficina a seguir con la carrera, pero ya estoy sólo, ya sólo me tengo a mi (y la ayuda de mi compañera Ana, la gallega, que creo y confío que estará a mi lado hasta su retirada), ahora toca saber sufrir, saber regular las fuerzas y saber digerir tanto lo bueno como lo malo que esté por venir.

El lunes comenzamos, Roma, anno zero.

No hay comentarios: